Las corrientes artísticas más cercanas a nuestro tiempo se han dedicado a negar la identidad del Arte. Curiosamente el Arte Contemporáneo combate continuamenta a la institución que decide qué es y que no es Arte por el simple hecho de custodiarlo entre sus muros, de ahí que los artistas busquen continuamente esa esencia revulsiva en sus obras. Estrenamos este año con un artista de dilatada trayectoria que no deja de trabajar con proyectos que obligan al público a posicionarse (algunos a favor, otros no comparten su idea), hoy te damos las claves de la obra de Áureo Gómez. ¿Un lienzo en blanco es Arte? Hay quien acaba frustrado, enfadado e incluso indignado al enfrentarse a este tipo de situaciones, pero siempre tendremos que aferrarnos a los principios de la experiencia estética y aprender a mirar sin prejuicios, tan sólo buscando el mensaje oculto tras el lienzo. Pero antes de entrar en materia, un pequeño repaso biográfico que nos contextualizará y pondrá en situación.
Desde sus comienzos Áureo compartía un argot muy similar al del arte Abstracto: las formas se descomponían y se desplegaban por todo el lienzo e incluso fuera de él desestructurando la esencia de las cosas para «hacerlas reales». El color y la esencia del espacio conllevan a un lenguaje silencioso que rompe los límites de cada obra. Es así, que investigando cuestiones como luces, proyección espacial o composiciones cromáticas acaba por dar el primer paso con una afirmación tajante: «la Pintura, es pura ficción«.
«El arte es la negación de la cosa»
Theodor W. Adorno
Cuando nos adentramos en trabajos como ‘Not I‘, ‘Bing‘ o ‘100 obras‘ vemos una mayor profundidad en sus proyectos. Sus trabajos están filtrando el entramado ideológico de un autor como Samuel Beckett (no es el único ni la única vez), pero llevando implícito el pensamiento del pintor. En estas tres obras podemos ver cómo se está negando la propia obra, ya sea descontextualizando la boca de Not I, pintando sobre 100 obras o dejando los lienzos en blanco con Bing. Todo nos lleva a unas concepciones conceptuales que llevan a una ruptura estética, de la que podemos sacar unas ideas principales.
Se puede decir que el trabajo de Áureo se resume en mínima esencia, máxima expresión. Esto es, que recoge ideas, sensaciones y otros elementos abstractos y trata de hacerlos concretos, de pintarlos, llevarlos a cabo. Además su obra ocupa más dimensiones (véase Natura o Ausencias y presencias) buscando una dualidad materia-espacio situando su obra en el plano de la realidad, entre nosotros. Es más, sus últimos trabajos (Borrando las meninas o El escribiente) además de negar la obra ha dejado patente la ruptura estética y el interés por deconstruir el Arte. Este interés metafísico por el acto creativo nos ha dejado interesantes momentos con Áureo interviniendo por las calles de Madrid, paseando 10 lienzos donde las Meninas no están. Todo queda para la intuición del espectador, para que no sólo la sencilla mirada trabaje, sino que descomponiendo cada obra encontraremos la verdadera esencia del mensaje de nuestro artista.
el mono Liso
El mono Liso 
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