José Ramón Jiménez en Tomelloso

Cuando conocimos la noticia, quisimos verlo con nuestros propios ojos. El artista que sigue los pasos de Antonio López expone en Tomelloso. Es una pintura que pide verla de cerca, de ahí que parásemos en la capital de La Mancha expresamente para comprobarlo.

¿Qué encontramos en la exposición?

El primer punto a favor es que el centro custodia la obra de López Torres, lo que nos permite disfrutar del genio del Realismo antes de acercanos a ver la propia exposición. Además, existe una coherencia entre la obra de ambos artistas, conectados por un estilo, por una misma ciudad, eslabones de una misma cadena que no te hace sino disfrutar de la buena Pintura. Esto se debe a la armonía conseguida con el espacio, preparado para la obra de Antonio López, pero donde el trabajo de José Ramón está perfectamente integrado. Dicho queda, espacialmente está muy equilibrada.

Empero, aparte de tener un discurso idóneo, el número de obras seleccionadas permite tener un avance tranquilo con el que podemos disfrutar de cada detalle ya que no hay una sobrecarga en la exposición. El formato de la obra no es demasiado grande, pero el detalle sobresale cuantitativa y cualitativamente. La minuciosidad de su trabajo se percibe de cerca donde crea vistas panorámicas, pero también en interiores, donde hay juegos de reflejos, brillos y transparencias de una calidad excepcional. El tamaño nos invita a acercarnos al cuadro, decubriendo más detalle de la realidad refleja a la par que de su técnica pictórica.

En definitiva, el museo nos revela a José Ramón como un pintor sobresaliente en su materia. La etapa en que se encuentra, influenciada por el trabajo de los López hace que sea una exposición muy agradecida y que va a gustar a un público general. Su técnica prolija nos revela una realidad en estrecha proximidad con el punto de vista del espectador, a veces desde una ventana, otras a modo de ojo de pez. Pero lo cierto es que si Antonio López nos mostraba la ciudad, José Ramón condensa el urbanismo en líneas que niegan la mirada natural. Invitamos a que os acerquéis a la exposición para ver los lienzos donde se podréis leer la paciencia con que el pintor ha desafiado el transcurrir de las horas a golpe de pincel.