-Intensidad en la plástica-

A veces el ejercicio pictórico que plasma la realidad inmediata, no necesita reparar en grandes detalles o trabajos concienzudamente minuciosos sino que más bien se puede apostar por la manera de usar el pigmento. El color es maleable, y puede crear la ilusión de luz, aire, distancia o temperatura, de esta manera se puede utilizar un lenguaje realista con el color como código. Hoy vamos a ver a un pintor que ha aprendido las señas de su mentor y trae unas apuestas frescas en el ámbito pictórico. Hablamos de Miguel López Mora, quien nos va a enseñar cómo la fuerza de sus obras reside en la lozanía de su pincelada.

Los cuadros de Miguel se componen con sencillez, son manchas cromáticas las que marcan las formas. Pero es fácil darse cuenta que lo que destaca es la intensidad del color evitando las mezclas. Cuanta mayor es la luz que incide en el paisaje -en este caso- más fuerte es el color, más vivo e intenso. Cielo se apellida azul, y prado verde sin dejar dudas. Pero no se queda ahí, el sol puede salir entre unas nubes apagadas, o el oleaje llega manso a la playa en un día gris marcado por unos tonos fríos y apagados; la magia está en los contrastes. La vaca pasta en los prados de Alcudia con una fuerza centrada en el color a la par que las siluetas casi negras de los molinos recortan el cielo intenso. El trabajo de Miguel se guia por el brío con que los pigmentos componen la escena.

El color en la obra de nuestro artista está saturado, limpio, pleno, sin mezcla de colores, y todo resuelto en una pincelada algo pastosa, cargando cada obra de plasticidad. Esto crea un efecto enérgico en cada cuadro, resaltando el dibujo en cada pincelada a pesar de no recrearse en detalles. El espectador siempre quedará sobrecogido con la limpieza de los colores y su resultado penetrante.

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También hemos querido hacer una pequeña referencia a sus últimas obras fauvistas, donde su técnica es la más adecuada para la tendencia a acercarse a esta corriente. Por último, queremos incidir en otro rasgo propio del artista: los nombres de sus obras. La audacia con que están tituladas cada obra (es valiente incluso para crear escenas en B/N o incluso tras la luna empapada de un coche), hace más simpática la mirada a cada una de ellas. Pero no queda ahí, cada obra encierra un pequeño guiño que a veces es explícito en su título, lo que nos hace reparar dos veces en la obra para encontrar pequeños detalles. Mira con atención las obras de Miguel López y descubrirás que siempre da algo más. Dejamos algún ejemplo de sus últimos trabajos.

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